Marcelo Cruz

Ingeniero en Sistemas
Quito - Ecuador

Para empezar mi testimonio es importante entender en dónde estaba.

Pensaba había encontrado todo, ella ya era profesional y a poco tiempo de obtener su título nos dedicamos a buscar “completar la familia”. Tras algunos problemas por salud al fin pudimos quedar embarazados. El embarazo fue un embarazo normal con algo de riesgo por la profesión de mi ex esposa, nada de qué alarmarse.

 Cuando pensé que tenía todo lo que quería profesional y sentimentalmente. El 05 de enero del 2018 nació mi hijo prematuro y con un peso y tamaño más bajo que el adecuado. Todo esto de una semana a otra. El embarazo iba perfecto hasta esa semana. Mi hijo vivió y lucho por un mes y tres días como todo un guerrero.

Este evento cambió mi vida, viví durante dos años fingiendo vivir y disfrutar la vida. Mi relación sentimental de 14 años obviamente cambió, ya no éramos el equipo perfecto y aunque pocos se daban cuenta, tampoco éramos la pareja perfecta que algún momento fuimos.

En diciembre 2019 sentí que mi vida ya no tenía sentido por lo que decidí perderla, me separé de mi esposa, haciéndole un daño enorme y rompiendo todo lo que hasta ese entonces habíamos construido, decidí perderme en fiesta, drogas y alcohol, esto me llevó a un hueco mucho más profundo que la depresión que ya tenía en ese momento. Cuando por fin decidí terminar mi vida un milagro sucedió, no lo voy a explicar, pero mi hijo se manifestó, me reuní con mi ex esposa y ella me convenció, no con palabras, sino con hechos de cómo había superado su depresión y el abandono que sufrió.

Llegué donde Elenita (Consciencióloga AIC) totalmente destruido, vacío, sin ganas de vivir y con toda mi energía en cero. La primera sesión no me ayudó mucho. Hablamos de lo que es el ego y como tomó el control de mi vida, aunque no estaba convencido al 100% decidí abrir mi mente y mi corazón a cada palabra y enseñanza, en la segunda sesión sucedió algo increíble; Había comenzado a cambiar mi sentir, mi vida, mis ánimos y con cada sesión mis ganas de vivir y mi felicidad fueron apareciendo.

Entendí que éste proceso te da el poder de recuperar tu felicidad, de vivir tu cielo aquí en vida y que el amor que tú puedes dar cambia tu vida y la vida de quienes te rodean, el control de tu vida en conciencia de tu ser.

Doy gracias a Dios el conocer a Elenita (Consciencióloga AIC) y doy gracias a Dios que cada paso que he dado con ella me ha llevado a cambiar totalmente mi vida. En este proceso en el que estoy te puedo contar que otra vez empecé a vivir y sentir.

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