Eduardo Coral

Ingeniero Industrial
Quito - Ecuador

Una vez que conocí la Conscienciología comencé a entender el propósito en la vida; a entender que todos provenimos de una misma energía y que cada ser humano tiene que vivir su propio crecimiento espiritual.

Desde que empecé a “ponerme en los zapatos de mi prójimo” mi vida cambió; entendiendo la ley de causa y efecto, es decir todas mis acciones realizadas de pensamiento, palabra obra y omisión, tarde o temprano regresará a mí esas acciones como un efecto (resultado), siendo esto una causalidad y no una casualidad.

Comprendí y entendí el amor, la cual es una palabra de un contexto amplio; pero una persona vino hace mucho tiempo y nos dijo que tenemos que amarnos los unos a otros, lo cual incluye a las personas que nos hacen daño de manera consiente e inconscientemente. Las ataduras que tenemos mediante el rencor el odio no permiten que seamos felices, produciendo enfermedades que dañan nuestra salud.

La Conscienciología me enseñó a entender el libre albedrío; comprendiendo que en la vida a cada momento me presenta situaciones en las cuales debo decidir el “camino idóneo” hasta que pueda comprender el aprendizaje que requiere mi ser. Además, pude entender que el agradecimiento nos permite ser humildes y tener una conexión fuerte con Dios y ser feliz.

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