Darwin Espinel

Consultor de BI y Tecnología Comercial
Quito - Ecuador

Si me lo permites, hoy quiero contarte un poco de mi historia.

Hoy puedo apreciar lo hermoso de cada día, lo maravillo de sentir el estar vivo en cada respirar, sentirme y ser el dueño de mi vida y de mis actos.

Hoy puedo compartir la sonrisa y la Alegría que existe en todo mi alrededor, hoy puedo ser sin miedos o ataduras, ¡solo Yo!

Siento un agradecimiento infinito por Elenita, puesto que todo lo que día a día no deja de sorprenderme, admirarme y emocionarme lo pude comenzar a reconocer gracias a su guía y a ese Amor tan cálido que siempre nos demuestra su sonrisa…

Hubo un tiempo en el cual no podía encontrarme y creé de mí solo una imagen exterior de mis pensamientos, con la cual creí poder protegerme y esconder mi miedo, ¿qué miedo?, el miedo a conocerme, el miedo a vivir en mi presente y abrazar dando gracias a todo el pasado.

Elegí culpar a la vida y todo serhumano que existió en mi camino por no poder estar en Paz ni ser Feliz, viví muchas experiencias y a pesar de la emoción al finalizar el día me sentía vacío y como tal eso jamás me hizo feliz, no podía comprender que es amor y mucho menos podía amarme a mí mismo.

Pensaba que el mundo solo podía basarse en la lógica y jamás me ocupé en escuchar mis sentimientos, día a día comencé a juzgar y a juzgarme duramente sintiéndome el dueño de toda la verdad, y el dueño absoluto de la razón y cuando el camino me llevo a darme por vencido y a dejar de pelear…

Como el mejor de los regalos tuve la gran oportunidad de Conocer a Elenita (Consciencióloga AIC), cuando llegué a su consultorio solo conocía el llorar y no creí que podría sonreír. Al principio tuve miedo, creí que al igual que yo había visto la vida, Elenita me juzgaría, pero me equivoque, al conocerla y conversar en cada sesión pude ver que había más de lo que jamás pude imaginar que podría existir, por años me conté y me contaron una historia en la cual nacimos y estábamos predestinados a lo que vivimos, pero con su guía y paciencia comencé a comprender que las cosas no tienen por qué ser como nos las contaron o nos la hicieron creer, comencé a creer en mí, a confiar en lo que siento y que cada acción de vida, provocó el evento perfecto para construir la mejor versión de mí Mismo.

No fue sencillo y a pesar de la lucha interna que surge en ti cuando comienzas a conocerte, jamás me di por vencido y en mi Amor pude por primera vez escucharme y el día en el cual eso pasó Elenita (Consciencióloga AIC) fue quien me abrazó. Abrazó mi Alma y mi espíritu me demostró que somos los Dueños de nuestra vida y que sólo cuando elijes vivir tu ahora, es cuando comienzas a estar vivo.

Desde aquel día al terminar el proceso puedo decir que comencé a vivir y a disfrutar de mi vida, aún camino bajo sus enseñanzas y desde aquel entonces no han terminado los días en el cual no deje de aprender, y con paciencia, paz y amor en mi vida, continuaré en este camino que aún me falta por recorrer.

Gracias, Gracias y Mil Gracias por ayudarme a Despertar.

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